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La UNESCO declara los “Tuppers de Madre” Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.


París / Lugones (según a quién preguntes) – En una ceremonia solemne, acompañada de gaites, croquetes y un caldín que aún fervollaba en el recipiente, la UNESCO anunció esta mañana la incorporación oficial de los “Tuppers de Madre” al catálogo de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, junto a otras joyas culturales como el fado portugués o la dieta mediterránea, que ahora tiembla en una esquina ante tanto compangu.


“Ye un reconocimientu a la persistencia, el amor incondicional y la capacidad de meter una comida completa de tres platos y pan dentro d’un recipiente de plásticu sin que rebose ni una gota”, explicó Rosario Méndez, portavoz de la delegación asturiana ante la UNESCO, mientras entregaba a los asistentes una bolsa del Alimerka con fabada pa que nun quedaran con fame.


Un legado intergeneracional (y microondas-dependiente).


Los Tuppers de Madre no son simples contenedores: son cápsulas del tiempo culinario, mensajes de amor en salsa y, en ocasiones, armas de destrucción abdominal masiva. Según el estudio presentado ante la UNESCO, cada madre asturiana produce entre 5 y 12 tuppers por hijo y semana, cifra que aumenta exponencialmente si vive fuera del Principado o “tien pinta de comer poco”.


El informe incluye declaraciones de hijos que llevan años sin cocinar nada que no venga etiquetado con rotulador Bic en la tapa:“Yo vivo en Madrid, pero, si cierro los ojos, toi comiendo en Villaviciosa. El lunes lentejes, el martes arroz, y el viernes… el viernes rezo, porque igual el de carne ye picante”, contó Marcos, de 33 años, mientras mostraba orgulloso un tupper con cinta americana y fecha de empaquetado: agosto 2019.


Crisis planetaria y teoría del ciclo tupperino.


Expertos alertan de que el volumen de tuppers en circulación ha alcanzado niveles preocupantes. Según datos de la NASA, ya orbitan varios contenedores cerca de la Estación Espacial Internacional, uno de ellos conteniendo callos y la nota manuscrita: “caliéntalos bien, fíu”.


La comunidad científica también trabaja en una teoría llamada el “ciclo tupperino materno”, que sostiene que ningún recipiente desaparece ni se destruye: simplemente se redistribuye entre familiares, vecinos, compañeros de trabayu y algún exnoviu que sigue recibiendo pote por puro automatismo. Además, otro estudio de la Universidad de Colloto, reveló que el 82% del peso de una maleta, al volver de Asturias pa Madrid, son tuppers de madre. El otru 18% son sobaos, chorizu y una botellina de sidra envuelta en tres jerséis “pa que no rompa”.



Reacciones desde casa.


Las madres asturianas, lejos de mostrarse sorprendidas, acogieron la noticia con modestia, aunque sin parar de llenar tuppers mientras daban declaraciones. “Eso del Patrimonio bien, pero tú lleva esti arroz, que ye de hoy, y un poco de compota, pa después. Y estos filetes. Y pan. ¿Tienes cuchara?”


Una de ellas, conocida como La Generala del Táper en Llaranes, fue vista repartiendo comida desde el maletero del coche con una precisión militar. “Tú no sabes si vas comer, pero yo nun duermo si no te dejo prepará la semana”, afirmó mientras envolvía un bollu preñáu en papel de estraza “pa que respire”.


Reconocimiento internacional y turismo alimenticio.


La Consejería de Cultura ya prepara visitas guiadas a neveras legendarias, donde se conservan auténticos fósiles de comida materna. Se rumorea que en una de ellas se encontró un cachopo prehistórico, envuelto en servilleta de bar y aún comestible tras seis inviernos.

También se anunció la creación del "Museo Internacional del Táper", que contará con exposiciones permanentes como “Fabes Viajeres: de Mieres a Melbourne” o “Ciencia del Congelador: arqueología del fondo del cajón”.


En resumen: comas o no comas, repitas, o digas que estás fartucu, da igual. El tupper ye como el Pitu Abelardo en el banquillu del Sporting, siempre vuelve. Porque el amor de una madre sírvese en raciones generoses y con tapina azul. Y recuerda: si no lu termines, aunque vivas en Marte, ella sábelo. Siempre lo sabe. Porque ye tu madre. ❤️

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