Melody abandona la música para abrir una sidrería en Colloto.
- Ana Villanueva
- hace 4 días
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En un giro de guion digno de serie de sobremesa con banda sonora de gaitas y panderetas, Melody, “ESA DIVA, anunció entre culín y culín que deja la música para abrir una sidrería en Colloto.
“Lo mío ya no es cantar, ahora quiero escanciar... ESA SIDRA”, dijo mientras echaba el sexto culete de una botella de Sidra DOP. La decisión vino tras su amarga experiencia en el inframundo diplomático conocido como Eurovisión, donde, palabras textuales, “vi más politiqueo que en la Junta del Principado y menos ritmo que los ojos de Espinete”.
Del eurodrama al chigre: un paso natural.
Fuentes cercanas aseguran que Melody sufrió un colapso emocional al descubrir que en Eurovisión no gana quien canta mejor, sino quien tiene más alianzas geopolíticas y trajes led comprados en Temu. “Yo me maté a cantar y ensayar la coreografía, casi me parto el cuello entre tanta voltereta y helicóptero, con un vestido más prieto que los tornillos de un submarino ... ¿para qué? Al final se la llevó Austria con un eunuco envuelto en una sábana blanca”, lamentó mientras miraba al infinito y servía unos pinchos de tortilla
Fue entonces cuando lo vio claro: si, en Europa mandan los lobbies, pero en Asturias aún manda la sidra. Y como buena visionaria que es, Melody decidió dejar el escenario por el espichón, las galas por la tapa de picadillo, y los agudos imposibles por el arte de echar sidra sin salpicar el pantalón vaquero.
“Melodía de manzana”: el nuevo proyecto.
El establecimiento, que abrirá bajo el nombre “Melodía de Manzana”, promete ser un cruce entre chigre tradicional y tablao eurovisivo. La carta ofrecerá delicias como “Tortos a la Massiel” y “Escalopines con salsa Uribarri”, en honor a los grandes icónos de Eurovisión. Además, ya confirmó que los viernes habrá folixa temática: “Viernes de cero points”, donde solo se pinchará música que nunca ganó el festival pero que en Colloto sí triunfó, como Rodolfo Chikilicuatre, Soraya y la versión reggaetón de “Asturias patria querida”.
Los eurofans divididos, Melody lo tienen claro.
Mientras en Colloto ya se oyen ensayos de gaiteros electrónicos y la Asociación de Llagareros Innovadores (ALI) estudia cómo fermentar sidra con autotune, en los foros de Eurovisión algunos puristas claman traición. “Melody siempre fue la Beyoncé del Guadalquivir, no entiendo este giro rural”, dijo un fan indignado desde su piso de 23 metros en Móstoles.
Melody, por su parte, lo tiene clarísimo: “antes deseaba con los 12 puntos de Eurovisión... ¡ahora sueño con los 60 del campeonato de escanciadores de Nava!”. Y es que, desde que cambió el escenario por la barra de formica, LA DIVA y LA SIDRA son un único ente: Melody la escancia con una elegancia que harían llorar lágrimas de sidra al mismísimo Vicente Díaz.
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